Página 70 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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Capítulo 10—Bondad: la llave que abre los
corazones
Muchos son ganados solamente con amor y bondad
Aquellos que están empeñados en hacer la obra casa por casa, encon-
trarán oportunidades de toda clase. Debieran orar por los enfermos y
hacer todo lo que esté a su alcance para aliviarlos. Debieran trabajar
por los humildes, los pobres y los oprimidos. Debiéramos orar por
los desvalidos y con ellos, con los que no tienen fuerza de voluntad
para dominar los apetitos que la pasión ha degradado. Se deben
realizar esfuerzos fervientes y perseverantes para la salvación de
aquellos en cuyos corazones se ha despertado un interés. Muchos
pueden ser alcanzados únicamente por medio de actos de bondad
desinteresada. Sus necesidades físicas deben ser aliviadas primero.
Cuando ellos vean la evidencia de nuestro amor desinteresado, será
más fácil que crean en el amor de Cristo.
Los enfermeros misioneros están mejor calificados para esta
tarea, pero otros debieran asociarse con ellos. Estos, aunque no estén
preparados especialmente en enfermería, pueden aprender de sus
compañeros de tareas [que tienen conocimientos profesionales] la
mejor manera de trabajar.
Sed comunicativos; el farisaísmo y la alabanza propia son abun-
dantes; pero nunca ganarán almas para Cristo. El amor puro y santifi-
cado, un amor como fué expresado en la obra de la vida de Cristo es
como un perfume sagrado. Llena toda la casa de fragancia como el
vaso de ungüento que quebró María. La elocuencia, el conocimiento
de la verdad, los talentos raros, mezclados con el amor, son todos
dones preciosos. Pero la habilidad sola, los mejores talentos solos,
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no pueden tomar el lugar del amor.—
Testimonies for the Church
6:83, 84
.
Con amor que emana del corazón
—El amor es la base de la
piedad. Cualquiera que sea la profesión que se haga, nadie tiene
amor puro para con Dios a menos que tenga amor abnegado para
con su hermano. Pero nunca podemos entrar en posesión de este
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