Página 94 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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El Ministerio de la Bondad
laboradores con Dios. Si se descuida este deber, la obra del ministro
es incompleta.
Pero Dios no quiere que su pueblo se apoye con todo su peso
sobre sus ministros. Como mayordomo de la gracia de Dios, cada
miembro de iglesia debiera sentir una responsabilidad individual de
tener vida y raíz en sí mismo. Todos los que han sido ordenados para
vivir la vida de Cristo, están ordenados para trabajar por la salvación
de sus prójimos. El que ama a Dios sobre todas las cosas y a su
prójimo como a sí mismo, no puede descansar contento sin hacer
nada.
Si los profesos creyentes de la verdad vivieran la verdad, todos
serían misioneros hoy día. Algunos estarían trabajando en las islas
del mar; algunos en los diferentes países del mundo. Algunos esta-
rían sirviendo a Cristo en su propia patria. No todos están llamados
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a ir al extranjero. Algunos pueden tener éxito en ocupaciones comer-
ciales, y en esta obra pueden representar a Cristo. Pueden mostrar
al mundo que se pueden realizar los negocios siguiendo principios
de justicia, con estricta fidelidad a la verdad. Puede haber abogados
cristianos, médicos cristianos, comerciantes cristianos. Cristo puede
ser representado en todas las profesiones legítimas.—
Manuscrito
19, 1900
.
El ejemplo de una iglesia fiel
—La mañana del sábado 10 de
noviembre de 1900, entramos en la Iglesia de San Francisco, y
la encontramos completamente atestada. Al presentarme delante
de la gente, pensé en el sueño y en la instrucción que me habían
sido dados hacía tantos años, y me sentí muy animada. Mirando al
auditorio, sentí que ciertamente podía decir: “El Señor ha cumplido
su palabra”.
Durante los últimos pocos años, la “colmena”
de San Fran-
cisco ciertamente ha sido muy activa. Muchas diferentes clases de
actividad misionera han sido realizadas por nuestros hermanos y
hermanas allí. En ellas se han incluido las visitas a los enfermos y
desvalidos, el encontrar hogares para los huérfanos y trabajo para los
desocupados, prestar atención médica a los enfermos y enseñar la
verdad de casa en casa, distribuyendo publicaciones y dando clases
Se hace aquí referencia a una revelación de 1876, cuando las actividades de las
entonces relativamente nuevas iglesias de San Francisco y Oakland fueron representadas
como dos colmenas.