Página 107 - El Ministerio de Curacion (1959)

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Enseñar y curar
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nuevo caudal de poder físico, mental y espiritual. Las inagotables
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reservas del cielo están a su disposición. Cristo le anima con el soplo
de su propio Espíritu, y le infunde la vida de su propia vida. El
Espíritu Santo hace obrar sus mayores energías en la mente y en
el corazón. Mediante la gracia que se nos otorga podemos alcanzar
victorias que nos parecían imposibles por causa de nuestros errores,
nuestros preconceptos, las deficiencias de nuestro carácter y nuestra
escasa fe.
Todo aquel que se ofrece para el servicio del Señor, sin negarle
nada, recibe poder para alcanzar resultados incalculables. Por él
hará Dios grandes cosas, y obrará de tal modo en las mentes de los
hombres, que aun en este mundo se verá realizada en sus vidas la
promesa del estado futuro.
“Alegrarse han el desierto y la soledad:
el yermo se gozará, y florecerá como la rosa”.
Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con
júbilo:
la gloria del Líbano le será dada,
la hermosura de Carmel y de Sarón.
Ellos verán la gloria de Jehová,
la hermosura del Dios nuestro.
“Confortad a las manos cansadas,
roborad las vacilantes rodillas”.
Decid a los de corazón apocado: Confortaos, no temáis:
He aquí ... vuestro Dios....
“Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos,
y los oídos de los sordos se abrirán”.
Entonces el cojo saltará como un ciervo,
y cantará la lengua del mudo;
porque aguas serán cavadas en el desierto,
y torrentes en la soledad.
“El lugar seco será tornado en estanque,
y el secadal en manaderos de aguas....”
Y habrá allí calzada y camino,
y será llamado Camino de Santidad;
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