Página 191 - El Ministerio de Curacion (1959)

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La higiene entre los israelitas
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“Todo el tiempo que la llaga estuviere en él [el leproso], será
inmundo; estará impuro: habitará solo; fuera del real será su morada.
Y cuando en el vestido hubiere plaga de lepra, en vestido de lana, o
en vestido de lino, o en estambre o en trama, de lino o de lana, o en
piel, o en cualquiera obra de piel, ... el sacerdote mirará la plaga. ...
Y si hubiere cundido la plaga en el vestido, o estambre, o en la trama,
o en piel, o en cualquiera obra que se hace de pieles, lepra roedora
es la plaga; inmunda será. Será quemado el vestido, o estambre o
trama, de lana o de lino, o cualquiera obra de pieles en que hubiere
tal plaga; porque lepra roedora es: al fuego será quemada.”
Levítico
13:46-52
.
El aseo
Así también, si una casa amenazaba ruina, había que demolerla.
El sacerdote “derribará, por tanto, la tal casa, sus piedras, y sus
maderos, y toda la mezcla de la casa, y lo sacará fuera de la ciudad
a lugar inmundo. Y cualquiera que entrare en aquella casa todos
los días que la mandó cerrar, será inmundo hasta la tarde. Y el que
durmiere en aquella casa, lavará sus vestidos; también el que comiere
en la casa, lavará sus vestidos.”
Levítico 14:45-47
.
En forma impresionante se recalcó cuán necesario era el aseo
personal. Antes de reunirse al pie del Sinaí para escuchar la pro-
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clamación de la ley por la voz de Dios, el pueblo hubo de lavar sus
personas y ropas. La violación de esta orden debía castigarse con la
pena de muerte. Ninguna impureza podía tolerarse en presencia de
Dios.
Durante su estada en el desierto, los israelitas vivieron casi siem-
pre al aire libre, donde las impurezas tenían efecto menos dañino
que entre los que viven en casas cerradas. Pero la más estricta aten-
ción a la limpieza se exigía dentro y fuera de las tiendas. No se
toleraba ningún desecho dentro o fuera del campamento. El Señor
había dicho:
“Jehová tu Dios anda por medio de tu campo, para librarte y
entregar tus enemigos delante de ti; por tanto será tu real santo.”
Deuteronomio 23:14
.