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El Ministerio de Curacion
cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos.”
Mateo
18:10
. Si queréis que los ángeles desempeñen en favor de vuestros
hijos el ministerio que Dios les ha encomendado, cooperad con ellos
haciendo vuestra parte.
Criados bajo la prudente y amante dirección de un hogar ver-
dadero, los hijos no abrigarán deseos de ir a buscar en otra parte
placer y compañía. El mal no tendrá atractivo para ellos. El espíritu
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prevaleciente en el hogar amoldará su carácter; contraerán hábitos y
adoptarán principios que serán para ellos amparo seguro contra la
tentación cuando tengan que alejarse del hogar y ocupar su puesto
en el mundo.
Tanto los hijos como los padres tienen importantes deberes que
cumplir en el hogar. Se les ha de enseñar a los primeros que también
forman parte de la sociedad del hogar. Se les da de comer, se les
viste, se les ama y se les cuida; y ellos a su vez deben corresponder a
todos estos favores compartiendo las responsabilidades domésticas
y proporcionando toda la felicidad posible a su familia.
Los niños se sienten a veces tentados a irritarse bajo la restric-
ción; pero en la vida adulta bendecirán a sus padres por el solícito
cuidado y la estricta vigilancia con que los guardaron y guiaron en
sus años de inexperiencia.
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