Página 164 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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El eterno compromiso de Dios, 29 de mayo
Se acordó para siempre de su pacto; de la palabra que mandó para
mil generaciones.
Salmos 105:8
.
Dios respalda toda promesa que ha hecho. Con la Biblia en la mano,
decid: “He hecho como tú dijiste. Presento tu promesa: ‘Pedid, y se os dará;
buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá’”.
Mateo 7:7
...
El arco iris que rodea el trono nos asegura que Dios es fiel; que en él
no hay mudanza ni sombra de variación. Hemos pecado contra él y no
merecemos su favor; sin embargo, él mismo pone en nuestros labios la
más admirable de las súplicas: “Por amor de tu nombre no nos deseches,
ni trastornes el trono de tu gloria: acuérdate, no invalides tu pacto con
nosotros”.
Jeremías 14:21
. El se ha comprometido a prestar oído a nuestro
clamor cuando acudimos a él y confesamos nuestra indignidad y pecado.
El honor de su trono garantiza el cumplimiento de la palabra que nos
dirige.—
Joyas de los Testimonios 3:213
.
A todo aquel que se ofrece a sí mismo al Señor para servir, sin reservarse
nada, se le da poder para lograr resultados inconmensurables. El Señor Dios
se ha obligado por un eterno compromiso a suplir poder y gracia a todo aquel
que sea santificado por medio de la obediencia a la verdad.—
Testimonies
for the Church 7:30, 31
.
Nehemías se acercó a la presencia del Rey de reyes, y ganó para sí un
poder que puede desviar los corazones como se desvían las aguas de los
ríos. [Véase Neh., caps. 1, 2.]
La facultad de orar como oró Nehemías en el momento de su necesidad
es un recurso del cual dispone el cristiano en circunstancias en que otras
formas de oración pueden resultar imposibles. Los que trabajan en las
tareas de la vida, apremiados y casi abrumados de perplejidad, pueden
elevar a Dios una petición para ser guiados divinamente... En momentos de
dificultad o peligro repentino, el corazón puede clamar por ayuda a Aquel
que se ha comprometido a acudir en auxilio de sus fieles creyentes cuando
quiera que le invoquen. En toda circunstancia y condición, el alma cargada
de pesar y cuidados, o fieramente asaltada por la tentación, puede hallar
seguridad, apoyo y socorro en el amor y el poder inagotables de un Dios
que guarda su pacto.—
La Historia de Profetas y Reyes, 466, 467
.
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