Página 190 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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Un favor inmerecido, 23 de junio
Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu
pueblo; visítame con tu salvación.
Salmos 106:4
.
La gracia es un favor inmerecido y el creyente es justificado sin ningún
mérito de su parte, sin ningún derecho que presentar ante Dios. Es justificado
mediante la redención que es en Cristo Jesús, quien está en las cortes del
cielo como el sustituto y la garantía del pecador. Pero si bien es cierto que
es justificado por los méritos de Cristo, no está en libertad de proceder
injustamente. La fe obra por el amor y purifica el alma. La fe brota, florece
y da una cosecha de precioso fruto. Donde está la fe, aparecen las buenas
obras. Los enfermos son visitados, se cuida de los pobres, no se descuida
a los huérfanos ni a las viudas, se viste a los desnudos, se alimenta a los
desheredados.
Cristo anduvo haciendo bienes, y cuando los hombres se unen con él,
aman a los hijos de Dios, y la humildad y la verdad guían sus pasos. La
expresión del rostro revela su experiencia y los hombres advierten que han
estado con Jesús y que han aprendido de él. Cristo y el creyente se hacen
uno, y la belleza del carácter de Cristo se revela en los que están vitalmente
relacionados con la Fuente de poder y de amor. Cristo es el gran depositario
de la rectitud que justifica y de la gracia santificante.
Todos pueden acudir a él y recibir su plenitud. El dice: “Venid a mí
todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
Mateo
11:28
... ¿Habéis estado mirando a Jesús, que es el autor y consumador de
vuestra fe? ¿Habéis estado contemplando a Aquel que está lleno de verdad
y de gracia? ¿Habéis aceptado la paz que sólo Cristo puede dar? Si no lo
habéis hecho, entonces rendíos a él y mediante su gracia procurad tener un
carácter que sea noble y elevado. Id en pos de un espíritu constante, resuelto
y alegre. Alimentaos de Cristo, que es el pan de vida, y manifestaréis su
gracia de carácter y de espíritu.—
Mensajes Selectos 1:465, 466
.
Lo mejor que podáis hacer no merece el favor de Dios. Son los méritos
de Jesús los que os salvarán, su sangre la que os limpiará.—
Testimonies for
the Church 1:167
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