Página 233 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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Asombrosas transformaciones, 2 de agosto
Hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los
hombres.
1 Corintios 4:9
.
El Señor Jesús está realizando experimentos en los corazones humanos
por medio de la manifestación de su misericordia y abundante gracia. Está
realizando transformaciones tan sorprendentes que Satanás, con toda su
triunfante jactancia, con toda su confederación del mal unida contra Dios y
las leyes de su gobierno, se detiene para mirarla como una fortaleza inexpug-
nable ante sus sofismas y engaños. Son para él un misterio incomprensible.
Los ángeles de Dios, serafines y querubines, los poderes comisionados
para cooperar con los agentes humanos, contemplan con asombro y gozo,
cómo hombres caídos, una vez hijos de la ira, están desarrollando, por la
enseñanza de Cristo, caracteres a la semejanza divina, para ser hijos e hijas
de Dios, para desempeñar una parte importante en las ocupaciones del cielo.
Cristo ha dado a la iglesia amplias facilidades, para que él pudiera
recibir una gran recompensa de gloria de su posesión redimida y comprada.
La iglesia, al ser dotada de la justicia de Cristo, se convierte en el repositorio
del Señor, en el cual la riqueza de su misericordia, su amor, su gracia, ha
de aparecer en su plena y final manifestación. La declaración de su oración
intercesora, de que el amor del Padre es tan grande hacia nosotros como
hacia él mismo, el Hijo unigénito, y que nosotros estaremos con él donde
él está, hechos uno con Cristo y el Padre para siempre, es una maravilla
para la hueste angelical, y constituye su gran gozo. El don de su Espíritu
Santo, rico, completo y abundante, ha de ser para su iglesia como un muro
de fuego que la circunde, contra el cual no prevalezcan las potencias del
infierno. En su inmaculada pureza y perfección impecable, Cristo mira a sus
hijos como la recompensa de sus sufrimientos, su humillación y su amor,
y el suplemento de su gloria; Cristo, el gran centro del cual irradia toda
gloria.—
Testimonios para los Ministros, 14, 15
.
Todo el cielo está observando esos instrumentos que son como la mano
de Dios para realizar el propósito de Dios en la tierra, haciendo de este
modo la voluntad divina en el cielo.—
Testimonies for the Church 6:457
.
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