Página 256 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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Para el hombre en su totalidad, 25 de agosto
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo.
1 Tesalonicenses 5:23
.
La santificación expuesta en las Santas Escrituras abarca todo el ser:
espíritu, cuerpo y alma... Se pide a los cristianos que presenten sus cuerpos
en “sacrificio vivo, santo, acepto a Dios”.
Romanos 12:1 (VM)
. Para ello,
todas sus facultades deben conservarse en la mejor condición posible. Toda
costumbre que tienda a debilitar la fuerza física o mental incapacita al hom-
bre para el servicio de su Creador... Cristo dijo: “Amarás al Señor tu Dios
de todo tu corazón”.
Mateo 22:37
. Los que aman a Dios de todo corazón
desearán darle el mejor servicio de su vida y tratarán siempre de poner
todas las facultades de su ser en armonía con las leyes que aumentarán su
aptitud para hacer su voluntad. No debilitarán ni mancharán la ofrenda que
presentan a su Padre celestial abandonándose a sus apetitos o pasiones.—
El
Conflicto de los Siglos, 527
.
Dios quiere que comprendamos que él tiene derecho a nuestra mente,
nuestra alma, nuestro cuerpo y nuestro espíritu; a todo lo que poseemos. Le
pertenecemos por creación y redención. Como Creador nuestro, reclama la
totalidad de nuestro servicio. Como nuestro Redentor, tiene una demanda de
amor como asimismo de derecho; un amor sin paralelo... Nuestros cuerpos,
nuestras almas, nuestras vidas son suyos no sólo porque nos los ha concedi-
do como un don gratuito, sino porque nos está supliendo constantemente
de sus beneficios y nos da fuerza para usar nuestras facultades...
¿No le daremos entonces a Cristo aquello por cuya redención debió
morir? Si lo hacéis, vivificará vuestra conciencia, renovará vuestro corazón,
santificará vuestros afectos, purificará vuestros pensamientos y pondrá todas
vuestras facultades a trabajar para él. Cada motivo, cada pensamiento, serán
traídos a la cautividad de Jesucristo.
Los que son hijos de Dios lo representarán en carácter. Sus obras estarán
perfumadas con la infinita ternura, la compasión, el amor y la pureza del
Hijo de Dios. Y mientras más completamente estén sometidos al Espíritu
Santo la mente y el cuerpo, mayor será la fragancia de nuestra ofrenda a
él.—
The S.D.A. Bible Commentary 7:909
.
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