Página 347 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

Basic HTML Version

¡Velad! 20 de noviembre
Velad y orad, para que no entréis en tentación.
Marcos 14:38
.
Muchos actualmente están dormidos como los discípulos. No están
velando y orando para no entrar en tentación.—
Testimonies for the Church
8:100
.
Que cada alma esté alerta. El adversario os sigue las pisadas. Estad
atentos velando diligentemente no sea que alguna trampa maestra y cui-
dadosamente disimulada os sorprenda desprevenidos. Que el descuidado
y el indiferente se pongan en guardia, no sea que el día del Señor venga
sobre ellos como ladrón en la noche. Muchos se apartarán de la senda de la
humildad y, dejando a un lado el yugo de Cristo, se internarán en senderos
extraños...
El que logre vencer, deberá vigilar; porque, mediante embrollos munda-
nos, errores y supersticiones, Satanás trata de ganar para sí a los seguidores
de Cristo. No basta que evitemos peligros manifiestos e iniciativas peligro-
sas e inconsecuentes. Debemos mantenernos muy cerca, al lado de Cristo,
avanzando por la senda de la abnegación y el sacrificio. Nos encontramos
en terreno enemigo. El que fue echado del cielo ha descendido con gran
poder. Con cada artificio y artimaña concebibles está tratando de llevar
almas cautivas. A menos que estemos constantemente en guardia, seremos
fácil presa de sus innumerables engaños.—
Ibid. 99, 100
.
Advertencias, admoniciones, promesas, todo ello es para nosotros, en
quienes los fines de los siglos han parado. “Por tanto, no durmamos como los
demás, sino velemos y seamos sobrios”.
1 Tesalonicenses 5:6
... Manteneos
alerta frente al furtivo avance del enemigo, vigilad los viejos hábitos y las
inclinaciones naturales, no sea que se hagan valer; obligadlos a retroceder
y manteneos vigilantes. Vigilad los pensamientos, los planes, no sea que
lleguen a ser egocéntricos. Velad sobre las almas que Cristo adquirió con
su propia sangre. Estad atentos a las oportunidades de hacerles bien.—
Testimonies for the Church 6:410
.
Si os acercáis a Jesús, y tratáis de adornar vuestra piedad con una vida
bien ordenada y una conversación piadosa, vuestros pies serán guardados de
extraviarse en sendas prohibidas. Si tan sólo queréis velar, velar continua-
mente en oración, y tan sólo hacéis todo como si estuvieseis en la presencia
inmediata de Dios, seréis salvados de caer en la tentación.—
Testimonies
for the Church 5:148
.
[333]
343