Aún en el futuro, 5 de diciembre
Venga tu reino.
Mateo 6:10
.
Los discípulos de Cristo esperaban el advenimiento inmediato del reino
de su gloria; pero al darles esta oración Jesús les enseñó que el reino no
había de establecerse entonces. Habían de orar por su venida como un
suceso todavía futuro. Pero esta petición era también una promesa para
ellos. Aunque no verían el advenimiento del reino en su tiempo, el hecho de
que Jesús les dijera que oraron por él es prueba de que vendrá seguramente
cuando Dios quiera.
El reino de la gracia de Dios se está estableciendo, a medida que ahora,
día tras día, los corazones que estaban llenos de pecado y rebelión se
someten a la soberanía de su amor. Pero el establecimiento completo del
reino de su gloria no se producirá hasta la segunda venida de Cristo a este
mundo.—
El Discurso Maestro de Jesucristo, 89
.
El pueblo de Dios no puede recibir el reino antes que se realice el
advenimiento personal de Cristo. El Señor había dicho: “Cuando el Hijo del
Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará
sobre el trono de su gloria; y delante de él serán juntadas todas las naciones...
Entonces dirá el Rey a los que estarán a su derecha: ¡Venid, benditos de
mi Padre, poseed el reino destinado para vosotros desde la fundación del
mundo!”
Mateo 25:31-34 (VM)
... Cuando venga el Hijo del Hombre, los
muertos serán resucitados incorruptibles, y... los vivos serán mudados. Este
gran cambio los preparará para recibir el reino... En su estado presente el
hombre es mortal, corruptible; pero el reino de Dios será incorruptible y
sempiterno. Por lo tanto, en su estado presente el hombre no puede entrar
en el reino de Dios. Pero cuando venga Jesús, concederá la inmortalidad a
su pueblo; y luego los llamará a poseer el reino, del que hasta aquí sólo han
sido presuntos herederos.—
El Conflicto de los Siglos, 368, 369
.
Si sois “de Cristo”, “todo es vuestro”.
1 Corintios 3:23, 21
. Por ahora
sois como hijos que aún no disfrutan de su herencia. Dios no os confía
vuestro precioso legado, no sea que Satanás os engañe con sus artificios
astutos, como engañó a la primera pareja en el Edén. Cristo lo guarda seguro
para vosotros fuera del alcance del despojador.—
El Discurso Maestro de
Jesucristo, 91
.
[348]
360