Página 379 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

Basic HTML Version

Se renueva la vida del Edén, 20 de diciembre
Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el
fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para
que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de
mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos.
Isaías
65:21, 22
.
Habrá actividad en el cielo. La condición de los redimidos no será de
reposo inactivo.—
The S.D.A. Bible Commentary 3:1164
.
En la tierra renovada, los redimidos participarán en las ocupaciones y
los placeres que daban felicidad a Adán y Eva en el principio. Se vivirá la
existencia del Edén, en huertos y campos...
Allí toda facultad será desarrollada, toda capacidad aumentada. Las
mayores empresas podrán llevarse a cabo, satisfacerse las aspiraciones más
sublimes, realizarse las más encumbradas ambiciones. Y sin embargo sur-
girán nuevas alturas que superar, nuevas maravillas que admirar, nuevas
verdades que comprender, nuevos objetos de estudio que agucen las facul-
tades del espíritu, del alma y del cuerpo.—
La Historia de Profetas y Reyes,
540
.
“Sus siervos le servirán”.
Apocalipsis 22:3
. La vida en la tierra es el
comienzo de la vida en el cielo; la educación en la tierra es una iniciación
en los principios del cielo; la obra de la vida aquí es una preparación para
la obra de la vida allá. Lo que somos ahora en carácter y servicio santo es
el símbolo seguro de lo que seremos.
“El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir.
Mateo
20:28
. La obra de Cristo en la tierra es su obra en el cielo y la recompensa
que recibiremos por trabajar para él en este mundo, será el mayor poder y
más amplio privilegio de trabajar con él en el mundo venidero. “Vosotros
pues sois mis testigos, dice Jehová, y yo soy Dios”.
Isaías 43:12
. Esto
también seremos en la eternidad...
En nuestra vida terrenal, aunque restringida por el pecado, el mayor
gozo y la más elevada educación se encuentran en el servicio. Y en el estado
futuro, libre de las limitaciones de la humanidad pecaminosa, hallaremos
nuestro mayor gozo y nuestra más elevada educación en el servicio: testifi-
cando, y mientras testificamos aprendiendo de nuevo acerca de “la riqueza
de la gloria de este misterio”. “El cual es Cristo en vosotros, la esperanza
de gloria”.
Colosenses 1:27
.—
La Educación, 297, 298
.
[363]
375