Página 40 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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La victoria, 31 de enero
Gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de
nuestro Señor Jesucristo.
1 Corintios 15:57
.
Las victorias no se obtienen por medio de ceremonias u ostentación,
sino por la sencilla obediencia al General supremo, el Señor Dios del cielo.
El que confía en este Dirigente no conocerá derrota.—
Testimonies for the
Church 6:140
.
La mayor parte de las dificultades de la vida, sus cotidianas corrosivas
preocupaciones, sus dolores de cabeza, sus irritaciones, son el resultado de la
falta de dominio propio... El dominio propio es el mejor gobierno del mundo.
Si nos revistiéramos del ornamento de un espíritu humilde y tranquilo,
el noventa y nueve por ciento de las dificultades que tan terriblemente
amargan la vida se podrían economizar... El hombre natural debe morir, y el
nuevo hombre, Cristo Jesús, debe tomar posesión del alma, de modo que el
seguidor de Jesús pueda decir con verdad: “Ya no vivo yo, mas vive Cristo
en mí”.
Gálatas 2:20
.
El yo es difícil de vencer. No es fácil someter al Espíritu de Cristo
la depravación humana en cada una de sus formas. Pero todos debieran
sentirse impresionados con el hecho de que a menos que se obtenga esta
victoria por medio de Cristo, no hay esperanza para ellos. La victoria
puede ser obtenida; porque nada es imposible para Dios. Por medio de su
gracia auxiliadora, todo mal carácter, toda depravación humana, pueden ser
vencidos... Podéis ser vencedores si estáis dispuestos a emprender la tarea
decididamente en el nombre de Cristo.—
Ibid. 4:348, 349
.
Las tentaciones de Satanás son ahora mayores que nunca, pues sabe que
le queda poco tiempo y que muy luego cada caso será decidido para vida o
para muerte. No es ahora el momento de dejarse vencer por el desaliento
ni de sucumbir bajo la prueba. Debemos sobreponernos a todas nuestras
aflicciones y confiar plenamente en el todopoderoso Dios de Jacob... Basta
su gracia para resistir todas las pruebas, y aunque éstas sean más duras que
nunca, si tenemos absoluta confianza en Dios, podremos vencer todas las
tentaciones y por su gracia salir victoriosos.—
Primeros Escritos, 46
.
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