Capítulo 41—La dirección divina
Para guiarnos hay tres maneras en que el Señor nos revela su
voluntad [...]. Dios nos revela su voluntad en su Palabra, las Santas
Escrituras.
Su voz se revela también en sus actos providenciales; y la reco-
noceremos si no separamos nuestro ser de él andando en nuestros
propios caminos, procediendo de acuerdo con nuestra propia volun-
tad y siguiendo los impulsos de un corazón no santificado, hasta que
los sentidos se hayan confundido de tal manera que no distingan las
cosas eternas, y la voz de Satanás llegue a estar tan disfrazada que
sea aceptada como la voz de Dios.
Otra manera de oír la voz de Dios es mediante las súplicas de su
Espíritu Santo, el cual hace impresiones en nuestro corazón que se
manifestarán en el carácter.
Si tienen duda en cuanto a cualquier tema, deben consultar en
primer lugar las Escrituras. Si han empezado realmente la vida
de la fe, se han entregado al Señor para ser totalmente suyos y
él los ha tomado para amoldarlos y formarlos de acuerdo con su
propósito, con el objetivo de que sean vasos para honra. Deberían
tener el ferviente deseo de ser dóciles en sus manos, y de seguirlo
dondequiera que los conduzca. Confíen entonces en él para que
realice sus propósitos, y al mismo tiempo cooperen con él obrando la
propia salvación con temor y temblor.—
Testimonios para la Iglesia
5:483, 484
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