Página 208 - Mensajes para los J

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Capítulo 67—Sembrar junto a todas las aguas
El Señor pide que su pueblo emprenda distintos ramos de obra
misionera, que siembre junto a todas las aguas. Hacemos solo una
pequeña parte de la obra que él desea que hagamos entre nuestros
vecinos y amigos. Mediante actos de bondad para con los pobres, los
enfermos y los enlutados, podemos ejercer influencia sobre ellos de
modo que la verdad divina halle acceso a su corazón. No se debería
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dejar de aprovechar ninguna oportunidad de servir. Es la más elevada
obra misionera que podamos hacer. La presentación de la verdad con
amor y simpatía, de casa en casa, está en armonía con la instrucción
dada por Cristo a sus discípulos cuando los envió en ocasión de su
primera gira misionera.
El don del canto
Se necesitan personas que tengan el don del canto. El canto es
uno de los medios más eficaces para impresionar el corazón con
la verdad espiritual. Los manantiales del arrepentimiento y la fe
han sido abiertos con frecuencia por las palabras del canto sagrado.
Debería educarse a los miembros de la iglesia, tanto jóvenes como
adultos, para que salgan a proclamar este último mensaje al mundo.
Si van con humildad, los ángeles de Dios irán con ellos, enseñándoles
cómo elevar la voz en canto y oración y cómo proclamar el mensaje
evangélico para este tiempo.
Jóvenes y señoritas, emprendan la obra a la cual Dios los llama.
Cristo les enseñará a usar sus aptitudes para un buen propósito. Al
recibir la influencia vivificadora del Espíritu Santo y tratar de ense-
ñar a otros, sus mentes serán refrescadas y estarán en condiciones
de decir palabras que sean nuevas y extrañamente bellas para sus
oyentes [...].
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