Sección 1—El propósito de Dios para la
juventud
Con el fin de que la obra pueda avanzar en todos los ramos, Dios
pide vigor, celo y valor juveniles. Él ha escogido a los jóvenes para
que ayuden en el progreso de su causa. El hacer planes con mente
clara y ejecutarlos con mano valerosa requiere energía fresca y no
estropeada. Los jóvenes están invitados a dar a Dios la fuerza de su
juventud para que, por el ejercicio de sus poderes y por medio de la
reflexión aguda y la acción vigorosa, le tributen gloria e impartan
salvación a sus semejantes.—
Obreros Evangélicos, 69
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