Capítulo 1—La edificación del carácter para la
eternidad
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Tengo profundo interés en la juventud y deseo muchísimo ver a
los jóvenes esforzándose por adquirir un carácter cristiano perfecto,
tratando de lograr, mediante el estudio diligente y la oración fervo-
rosa, la preparación esencial para prestar un servicio aceptable en la
causa de Dios. Anhelo verlos ayudándose mutuamente para alcanzar
un nivel más elevado en la experiencia cristiana.
Cristo vino a enseñar a la familia humana el camino de la salva-
ción e hizo este camino tan llano que hasta un niñito puede andar
por él. Invita a sus discípulos a que avancen en el conocimiento
del Señor; y a medida que estos sean guiados diariamente por su
dirección, aprenderán que su salida está aparejada como el alba.
Ustedes han observado la salida del sol, y la aparición gradual del
día sobre la tierra y el cielo. Poco a poco progresa la aurora, hasta que
aparece el sol; la luz se hace cada vez más fuerte y clara hasta que
se llega a la plena gloria del mediodía. Esta es una bella ilustración
de lo que Dios desea hacer por sus hijos en el perfeccionamiento de
su experiencia cristiana. Andando día tras día en la luz que él nos
envía, en la obediencia voluntaria a todos sus requerimientos, nuestra
experiencia crece y se amplía hasta que alcanzamos la estatura plena
de hombres y mujeres en Cristo Jesús.
Los jóvenes necesitan tener siempre presente el camino que
Cristo siguió. Fue en todos sus pasos un camino de victorias. Cristo
no vino a la tierra como rey, para gobernar a las naciones. Vino como
hombre humilde para ser tentado y para vencer la tentación; para que
sigamos en pos de él, como debemos ir, para conocer al Señor. En el
estudio de la vida de Jesús aprenderemos cuánto hará Dios, por su
medio, en favor de sus hijos. Y sabremos que por grandes que sean
nuestras pruebas, no pueden exceder a lo que Cristo soportó para
que pudiéramos conocer el camino, la verdad y la vida. Mediante
una vida de conformidad con su ejemplo, hemos de mostrar nuestro
aprecio por el sacrificio que hizo en nuestro favor.
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