Capítulo 89—El ejemplo de los Efesios
Cuando los efesios se convirtieron, cambiaron sus hábitos y
prácticas. Bajo la convicción del Espíritu de Dios, procedieron con
presteza y revelaron todos los misterios de su hechicería. Se presen-
taron, confesaron y mostraron sus hechos, y su corazón se llenó de
santa indignación porque habían dedicado tal devoción a la magia y
habían apreciado tanto los libros llenos de reglas ideadas por Satanás
para establecer los métodos de acuerdo con los cuales ellos podían
practicar la hechicería. Estaban decididos a abandonar el servicio
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del maligno, y entregaron sus costosos libros y los quemaron públi-
camente. De ese modo manifestaron claramente la sinceridad de su
conversión a Dios [...].
Los efesios se habían deleitado en los libros que entregaron a las
llamas al convertirse al evangelio, y por ellos habían gobernado sus
conciencias y guiado sus mentes. Podrían haberlos vendido, pero al
hacerlo se habría perpetuado el mal. Desde entonces aborrecieron los
misterios satánicos, las artes mágicas, y consideraron con aversión
el conocimiento que de ellos habían obtenido. Quisiera preguntar a
los jóvenes que han estado en relación con la verdad: ¿Han quemado
sus libros de magia?
Los libros de magia de hoy
No los acusamos del mal que había dominado a los efesios, ni los
demandamos por haber practicado la magia y tenido que ver con las
artes de la hechicería. No decimos que han seguido los misterios de
la nigromancia ni tenido comunión con los malos espíritus. Pero, ¿no
están en comunión con el autor de todo mal, con el inventor de todos
estos misterios y artes infernales? ¿No escuchan las sugerencias
del que es dios de este mundo, príncipe del poder del aire? ¿No se
han sometido a sus falsedades y entregado como agentes suyos para
hacer lo que estaba en armonía con la vida de ustedes antes de la
conversión? ¿No se han entregado para ser agentes de Satanás y,
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