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Mensajes para los Jóvenes
El libro de los libros
La naturaleza de la experiencia religiosa de una persona se revela
por el carácter de los libros que escoge para leer en los momentos de-
socupados. Para tener un estado mental sano y principios religiosos
firmes, los jóvenes deben vivir en comunión con Dios mediante su
Palabra. Al señalar el camino de la salvación por medio de Cristo, la
Biblia es nuestra guía hacia una vida más elevada y mejor. Contiene
la historia y las biografías más interesantes e instructivas que se
hayan escrito. Los que no han pervertido su imaginación con la
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lectura de novelas, hallarán que la Biblia es el más interesante de los
libros.
La Biblia es el Libro de los libros. Si aman la Palabra de Dios,
escudriñándola cada vez que tienen oportunidad, para llegar a poseer
sus ricos tesoros y estar enteramente instruidos para toda buena
obra, pueden estar seguros de que Jesús los está atrayendo a sí
mismo. Pero no basta leer las Escrituras de un modo casual, sin
tratar de comprender la lección de Cristo para poder responder a sus
requerimientos. Hay en la Palabra de Dios tesoros que no se pueden
descubrir sino cavando muy hondo en la mina de la verdad.
La mente carnal rechaza la verdad; pero la persona convertida
experimenta un cambio maravilloso. El libro que antes no atraía
porque revelaba verdades que dan testimonio contra el pecador,
llega a ser ahora el alimento del ser, el gozo y consuelo de la vida.
El Sol de justicia ilumina las páginas sagradas y el Espíritu Santo
habla al espíritu a través de ellas [...].
Vuelvan su atención a la segura palabra profética todos los que
han cultivado la afición por la lectura frívola. Tomen sus Biblias y
empiecen a estudiar con renovado interés las sagradas crónicas del
Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento. Cuanto más frecuente
y diligentemente estudien la Biblia, más hermosa les parecerá y
menos les deleitará la lectura frívola. Liguen el precioso volumen
a su corazón. Será para ustedes un amigo y un guía.—
The Youth’s
Instructor, 9 de octubre de 1902
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1 Corintios 15:54