Sección 4—El andar en la luz
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El Salvador se inclina hacia el alma adquirida por su sangre,
diciendo con inefable ternura y compasión: “¿Quieres ser salvo?
El os invita a levantaros llenos de salud y paz. No esperéis hasta
sentir que sois sanos. Creed en la palabra del Salvador. Poned
vuestra voluntad de parte de Cristo. Quered servirle, y al obrar de
acuerdo con su palabra, recibiréis fuerza. Cualquiera que sea la
mala práctica, la pasión dominante que haya llegado a esclavizar
vuestra alma y vuestro cuerpo, por haber cedido largo tiempo a
ella, Cristo puede y anhela libraros. El infundirá vida al alma de
los que “estabais muertos en vuestros delitos”
Librará al cautivo
que está sujeto por la debilidad, la desgracia y las cadenas del
pecado.—
El Ministerio de Curación, 56
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Juan 5:6
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Efesios 2:1
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