Página 133 - Mensajes Para los J

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La disciplina propia
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el gobierno de la razón, y disciplina la lengua. Bajo su influencia
se apacigua el temperamento precipitado, y el corazón se llena de
paciencia y suavidad.
Asíos firmemente de Aquel que tiene todo poder en el cielo y
en la tierra. Aunque con mucha frecuencia no logréis manifestar
paciencia y calma, no abandonéis la lucha. Resolved nuevamente,
y esta vez con más firmeza, ser pacientes bajo toda provocación. Y
no apartéis nunca la vista del divino Ejemplo (
Review and Herald,
octubre 31, 1907
).
No hay excusa para el pecado
La intervención del tentador no ha de ser tenida por excusa para
cometer una mala acción. Satanás se alegra cuando oye a los que
profesan seguir a Cristo buscando excusas por su deformidad de
carácter. Son estas excusas las que inducen a pecar. No hay disculpa
para el pecado. Un temperamento santo, una vida semejante a la de
Cristo, es accesible para todo hijo de Dios arrepentido y creyente.—
El Deseado de Todas las Gentes, 267
.
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