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Mensajes Para los Jóvenes
ensangrentado del Príncipe Emanuel. Quemará los libros de magia
(
Youth’s Instructor,
noviembre 16, 1883
).
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El alimento mental apropiado—90
¿Qué leerán nuestros hijos? es una pregunta seria y requiere una
respuesta seria. Me preocupa ver, en familias cristianas, diarios y
revistas que contienen historias continuadas que no dejan buena
impresión en la mente. He observado a los que así han cultivado
su afición por la novela. Han tenido el privilegio de escuchar las
verdades de la Palabra de Dios, de familiarizarse con las razones de
nuestra fe, pero han llegado a la madurez destituidos de la verdadera
piedad.
Estos queridos jóvenes tienen gran necesidad de poner en la
edificación de su carácter el mejor material: el amor y temor de Dios
y el conocimiento de Cristo. Pero muchos no tienen una comprensión
inteligente de la verdad tal como es en Jesús. La mente banquetea
con historias sensacionales. Viven en un mundo irreal, y no están
preparados para los deberes prácticos de la vida.
Resultados de la lectura de ficción
He observado niños que se crían en esta forma. Estén en su casa
o fuera de ella, son inquietos o soñadores, incapaces de conversar
acerca de temas que no sean de lo más vulgares. Las facultades más
nobles, aquellas que se adaptan a las actividades superiores, han sido
degradadas hasta la contemplación de temas triviales o peor que
triviales, hasta el punto de que quien las posee llega a satisfacerse
con tales asuntos y apenas tiene poder para ocuparse de algo más
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elevado. La conversación y el pensamiento religiosos le resultan
insípidos.
El alimento mental que le gusta es contaminador en sus efectos
y conduce a pensamientos impuros y sensuales. He sentido sincera
lástima por estas almas al considerar todo lo que pierden por descui-
dar las oportunidades de obtener el conocimiento de Cristo, en quien
se concentran nuestras esperanzas de vida eterna. Cuánto tiempo
precioso se malgasta, que podría ser dedicado al estudio del Modelo
de la verdadera bondad.