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Mensajes Para los Jóvenes
Muchos cristianos de profesión gastan tanto en su vestimenta,
que nada les queda para las necesidades ajenas. Se figuran que
deben lucir adornos y prendas de mucho valor, sin pensar en las
necesidades de los que apenas pueden proporcionarse la ropa más
modesta.
Juntad los fragmentos
Hermanas mías, si queréis conformar vuestro modo de vestir
con las reglas de la Biblia dispondréis de abundantes recursos con
que auxiliar a vuestras hermanas pobres. Dispondréis no sólo de
recursos, sino de tiempo, que muchas veces es lo que más se necesita.
Son muchas las personas a quienes podríais ayudar con vuestros
consejos, vuestro tacto y vuestra habilidad. Mostradles cómo se
puede vestir sencillamente y, no obstante, con buen gusto. ¡Cuántas
mujeres no van a la casa de Dios porque sus vestidos no les sientan
bien y contrastan deplorablemente con los de las demás! Muchas
de estas son quisquillosas al respecto y albergan sentimientos de
amarga humillación e injusticia a causa de este contraste. Y por
ello, muchas dudan de la realidad de la religión y endurecen sus
corazones contra el Evangelio.
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Cristo nos manda: “Recoged los pedazos que sobraron, para
que no se pierda nada”
Mientras que cada día millares perecen de
hambre, en matanzas, incendios y epidemias, incumbe a todo aquel
que ama a sus semejantes procurar que nada sea desperdiciado, que
no se gaste sin necesidad nada de lo que puede aprovechar a algún
ser humano.
Malgastar el tiempo y nuestra inteligencia resulta pecamino-
so. Perdemos todo momento que dedicamos a nuestros intereses
egoístas. Si supiéramos apreciar cada momento y dedicarlo a cosas
buenas, tendríamos tiempo para hacer todo lo que necesitamos hacer
para nosotros mismos o para los demás. Al desembolsar dinero, al
hacer uso del tiempo, de las fuerzas y oportunidades, mire todo cris-
tiano a Dios, y pídale que le dirija. “Si alguno de vosotros tiene falta
de sabiduría, demándela a Dios, el cual da a todos abundantemente,
y no zahiere, y le será dada”
El Ministerio de Curación, 157-159
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Juan 6:12
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Santiago 1:5
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