Página 31 - Mensajes Para los J

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Un llamado a la juventud
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peligro y desastre, y seguiréis desviándoos del camino de la verdad,
la seguridad y el éxito. Necesitáis que el poder divino fortalezca
vuestro intelecto y avive vuestras energías morales.
La causa de Dios requiere las facultades más elevadas del ser,
y en muchos campos hay necesidad urgente de jóvenes que tengan
aptitudes literarias. Hay necesidad de hombres a quienes se pueda
confiar el trabajo en campos extensos que están ahora blancos para
la cosecha. Los jóvenes de aptitudes comunes, que se entreguen
completamente a Dios, que no estén corrompidos por el vicio y la
impureza, tendrán éxito y serán habilitados para hacer una gran obra
para Dios. Atiendan los jóvenes la amonestación, y sean de mente
sobria.
¡Cuántos jóvenes han malgastado en insensateces y disipación la
fuerza que Dios les ha dado! ¡Cuántas historias dolorosas recuerdo
de jóvenes que, por entregarse a hábitos viciosos, han llegado a ser
mental, moral y físicamente náufragos humanos! Sus organismos
están arruinados, y la utilidad de su vida grandemente menoscabada
por haberse entregado a placeres ilícitos.
Jóvenes indiferentes y descuidados de hoy, os ruego que os
convirtáis y lleguéis a ser colaboradores con Dios. Sea el tema
de estudio de vuestra vida beneficiar y salvar a otros. Si buscáis
la ayuda de Dios, su potencia, obrando en vosotros anulará todos
los poderes opositores y seréis santificados mediante la verdad. El
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pecado prevalece de una manera alarmante entre los jóvenes de hoy
día, pero sea vuestro propósito hacer cuanto podáis para rescatar a
las almas del poder de Satanás.
Sed portadores de luz
Llevad la luz a dondequiera que vayáis; mostrad que tenéis
fortaleza de propósito, que no sois indecisos, ni os dejáis llevar
fácilmente por las persuasiones de los malos compañeros. No deis
presto asentimiento a las sugestiones de los que deshonran a Dios,
antes bien tratad de reformar, restaurar y salvar a las almas del mal.
Recurrid a la oración, persuadid con mansedumbre y humildad
de espíritu a los que se oponen. Un alma salvada del error y puesta
bajo el estandarte de Cristo producirá gozo en el cielo y añadirá una
estrella a vuestra corona de regocijo. El alma salvada, mediante su