Capítulo 114—Los jóvenes han de llevar
responsabilidade
Estos jóvenes pasan por alto los deberes que tienen que desem-
peñar en sus hogares. No han aprendido a encargarse de los deberes
y a llevar las responsabilidades que les corresponden en el hogar.
Tienen una madre fiel y práctica que ha llevado muchas cargas que
sus hijos no le debían haber permitido llevar. En esto han dejado de
honrar a su madre. No han compartido como les correspondía las
cargas del padre y han descuidado honrarlo como debían. Siguen la
inclinación más bien que el deber.
Han seguido una conducta egoísta al esquivar las cargas y la
tarea dura, y no han llegado a obtener una experiencia valiosa de
la que no deberían privarse si quieren tener éxito en la vida. No
han sentido la importancia de ser fieles en las cosas pequeñas, ni
han experimentado hacia sus padres la obligación de ser honrados,
cabales y fieles en el desempeño de los deberes humildes de la vida
que encuentran en su camino. Pasan por alto los ramos comunes del
conocimiento, que son tan necesarios para la vida práctica.
Cómo hacer feliz el hogar
Si en alguna parte quieren ser una bendición estos jóvenes, de-
biera ser en el hogar. Si ceden a la inclinación, en vez de ser guiados
por la decisión prudente de la razón serena, del juicio sano y de la
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conciencia iluminada, no pueden ser una bendición para la sociedad
o su familia y pueden peligrar sus perspectivas para este mundo y
para el mundo mejor.
Muchos jóvenes reciben la impresión de que sus primeros años
no han de ser para llevar responsabilidades, sino para desperdiciarlos
en deportes ociosos, en bromas y en placeres necios. Algunos no
piensan más que en la satisfacción momentánea que va ligada a las
necedades y a la complacencia de los sentidos a que están entregados
Dirigido a dos jóvenes.
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