Página 386 - Mensajes Para los J

Basic HTML Version

Capítulo 137—La sociabilidad y la cortesía cristiana
El pueblo de Dios no cultiva bastante la sociabilidad cristiana.
Esta rama de la educación no debiera descuidarse ni perderse de
vista en nuestras escuelas.
Se debe enseñar a los alumnos que ellos no son átomos inde-
pendientes, sino que cada uno es una hebra de hilo que ha de unirse
con otras para completar una tela. En ningún departamento puede
ser dada esta instrucción con más eficacia que en el internado es-
colar. Es allí donde los estudiantes están rodeados diariamente de
oportunidades que, si las aprovechan les ayudarán en gran manera
a desarrollar los rasgos sociales de su carácter. Pueden aprovechar
de tal modo su tiempo y sus oportunidades que logren desarrollar
un carácter que los hagan felices y útiles. Los que se encierran en
sí mismos y no están dispuestos a prestarse para beneficiar a otros
mediante amigable compañerismo, pierden muchas bendiciones;
porque merced al trato mutuo el entendimiento se pule y refina; por
el trato social se formalizan relaciones y amistades que acaban en
una unidad de corazón y en una atmósfera de amor agradables a la
vista del cielo.
Especialmente aquellos que han gustado el amor de Cristo debie-
ran desarrollar sus facultades sociales; pues de esta manera pueden
ganar almas para el Salvador. Cristo no debiera ser ocultado en sus
corazones, encerrado como tesoro codiciado, sagrado y dulce, que
[404]
sólo ha de ser gozado por ellos; ni tampoco debieran ellos manifestar
el amor de Cristo sólo hacia aquellos que les son más simpáticos.
Se debe enseñar a los alumnos la manera de demostrar, como Cris-
to, un amable interés y una disposición sociable para con aquellos
que se hallan en la mayor necesidad, aun cuando los tales no sean
sus compañeros preferidos. En todo momento y en todas partes,
manifestó Jesús amante interés en la familia humana y esparció en
derredor suyo la luz de una piedad alegre. Se debe enseñar a los
estudiantes a seguir sus pisadas. Se les ha de enseñar a manifestar
interés cristiano, simpatía y amor hacia sus compañeros jóvenes y a
382