Las normas de eficiencia
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y la humillación, Cristo pagó el rescate de sus almas. Lo hizo para
libertarlos de la esclavitud del pecado, de la esclavitud de un amo
que se ocupa de ellos sólo en la medida en que puede usarlos para
arruinar a las almas. Pero ellos invalidan el amor que el Redentor
les prodiga, y su obra es contemplada por él con tristeza.
Tales jóvenes hallarán eterna perdición. ¿Qué les parecerán sus
diversiones en aquel día cuando el Juez de toda la tierra recompense
a cada hombre de acuerdo con sus acciones? Ellos han aportado para
el cimiento, leña, heno y paja, y toda la obra de sus vidas perecerá.
¡Qué pérdida!
¡Cuánto mejor es la condición de los que desempeñan su parte
en el servicio de Dios, que miran a Jesús en busca de su aprobación,
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que diariamente escriben en sus libros de registro sus errores, sus
equivocaciones, sus penas, las victorias que han ganado sobre la
tentación, su gozo y paz en Cristo! Tales jóvenes no tendrán que
hacer frente a la crónica de sus vidas con vergüenza y desaliento
(
Youth’s Instructor,
junio 22, 1899
).
* * * * *
El agente escogido
Nuestra confesión de su fidelidad es el factor escogido por el
cielo para revelar a Cristo al mundo. Debemos reconocer su gracia
como fue dada a conocer por los santos de antaño; pero lo que será
más eficaz es el testimonio de nuestra propia experiencia. Somos
testigos de Dios mientras revelamos en nosotros mismos la obra de
un poder divino. Cada persona tiene una vida distinta de todas las
demás y una experiencia que difiere esencialmente de la suya. Dios
desea que nuestra alabanza ascienda a él señalada por nuestra propia
individualidad.—
El Ministerio de Curación, 69, 70
.
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