Página 77 - Mensajes Para los J

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La verdadera conversión
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considerándoos mejor que los otros. “El que piensa estar firme, mire
que no caiga”
Hallaréis descanso y paz al someter vuestra voluntad
a la voluntad de Cristo.
El amor de Cristo reinará entonces en el
corazón, poniendo las motivaciones secretas de la acción bajo el
dominio del Salvador. El aceite de la gracia de Cristo suavizará y
subyugará el genio precipitado, fácilmente irritable
. La sensación
de los pecados perdonados proporcionará esa paz que desafía toda
comprensión. Habrá una seria lucha por vencer todo lo que se opone
a la perfección cristiana. Desaparecerán todas las desavenencias.
Aquel que otrora criticara a los que lo rodeaban verá que existen en
su propio carácter faltas mucho mayores.
Hay quienes prestan atención a la verdad y se convencen de que
han estado viviendo en oposición a Cristo. Se sienten condenados
y se arrepienten de sus transgresiones. Confiando en los méritos de
Cristo y poniendo por obra la verdadera fe en él, reciben el perdón
del pecado. A medida que cesan de hacer el mal y aprenden a hacer
el bien, crecen en la gracia y en el conocimiento de Dios. Ven que
tienen que hacer sacrificios para separarse del mundo, y, después de
calcular el costo, consideran todo como pérdida, con tal de ganar a
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Cristo.
Se han alistado en el ejército de Cristo. Tienen delante una
guerra, y la emprenden animosa y alegremente, luchando contra sus
inclinaciones naturales y sus deseos egoístas y sometiendo su volun-
tad a la voluntad de Cristo
. Buscan diariamente al Señor para que
les dé gracia para obedecerle, y son fortalecidos y ayudados. Esta
es verdadera conversión. Aquel que ha recibido un nuevo corazón,
confía en la ayuda de Cristo con humilde y agradecida dependen-
cia. Revela en su vida el fruto de la justicia. Antes se amaba a sí
mismo. Se deleitaba en el placer mundanal. Ahora su ídolo ha sido
destronado y Dios reina supremo. Ahora odia los pecados que en
otro tiempo amaba. Sigue firme y resueltamente por la senda de la
santidad (
Youth’s Instructor,
septiembre 26, 1901
).
* * * * *
1 Corintios 10:12
.