Una preparación práctica
Tenemos una obra que hacer: debemos procurar el mejor talento,
y colocar a estos obreros en puestos donde puedan educar a otros. En-
tonces, cuando nuestros sanatorios y campos misioneros pidan mé-
dicos, tendremos hombres jóvenes que, por su experiencia adquirida
en el trabajo práctico, serán aptos para llevar responsabilidades.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 458
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