Página 367 - El Ministerio M

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La armonía entre los obreros
Es de suprema importancia que haya armonía en nuestras insti-
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tuciones. Es preferible que la obra se debilite, en lugar de emplear
a obreros que no estén plenamente dedicados. Son los hombres no
consagrados y no convertidos los que han estado estropeando la obra
de Dios. El Señor no tiene uso alguno para hombres que no estén
completamente consagrados a su servicio.—
Carta 202, 1903
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