Página 387 - El Ministerio M

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Con peligro del alma
Los obreros que por cualquier causa se ven obligados a trabajar el
sábado, siempre corren peligro; experimentan la pérdida y al realizar
trabajos que son indispensables, adquieren el hábito de hacer en el
día sábado cosas que no son necesarias. Se pierde el sentido de su
carácter sagrado, y el santo mandamiento pierde vigencia. Hay que
realizar un esfuerzo especial para producir una reforma con respecto
a la observancia del sábado. Los obreros del sanatorio no siempre
hacen por su cuenta lo que es su privilegio y deber. Con frecuencia se
sienten tan cansados que se desmoralizan. Esto no debiera suceder.
El alma puede abundar en gracia únicamente si permanece en la
presencia de Dios. ...
Si permitimos que el exceso de trabajo nos aleje de nuestro pro-
pósito de buscar diariamente al Señor, cometeremos los mayores
errores; incurriremos en pérdidas, porque el Señor no está con no-
sotros. Así hemos cerrado la puerta para que él no tenga acceso a
nuestras almas. Pero si oramos, aun cuando tenemos las manos ocu-
padas, los oídos del Salvador están abiertos para escuchar nuestras
peticiones. ... Dios cuidará de vosotros en el lugar donde desempe-
ñáis vuestro deber. Pero no dejéis de ir con frecuencia al lugar donde
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se acostumbra a orar.—
Consejos sobre la salud, 419-421
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