Un ejemplo de curación y de ganancia de almas
Cristo nos ha dejado un ejemplo. Enseñó las verdades evangéli-
cas basándose en las Escrituras, y también sanó a los afligidos que
acudían a él en busca de alivio. Él fue el Médico más grande que el
mundo haya conocido; sin embargo, combinó con su obra de sanidad
la verdad salvadora del alma.
Así es como deben trabajar nuestros médicos. Hacen la obra del
Señor cuando trabajan como evangelistas y presentan instrucciones
acerca de la forma como el alma puede ser sanada por el Señor Jesús.
Todo médico debiera saber orar con fe por los enfermos, como
también administrar el tratamiento adecuado. Al mismo tiempo
debiera trabajar como ministro de Dios para enseñar arrepentimiento,
conversión y salvación del alma y el cuerpo. Esta combinación
de trabajo ampliará su experiencia y extenderá notablemente su
influencia.
De una cosa estoy segura: la mayor obra de nuestros médicos
consiste en lograr acceso a la mente del mundo en forma adecuada.
Hay un mundo que perece en el pecado, ¿y quién se ocupará de la
obra en nuestras ciudades? Los mayores médicos son los que viven
en las pisadas de Jesucristo.—
Consejos sobre la salud, 545
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