Página 51 - El Ministerio M

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La fuente de curación
La enfermedad, el padecimiento y la muerte son obra de un poder
enemigo. Satanás es el destructor; Dios el restaurador.
Las palabras dirigidas a Israel se aplican hoy a los que recuperan
la salud del cuerpo o la del alma: “Yo soy Jehová tu sanador”.
El deseo de Dios para todo ser humano se expresa en estas
palabras: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las
cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”.
“Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas
tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de
favores y misericordias”.—
Consejos sobre la salud, 165
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