Página 542 - El Ministerio M

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No es tiempo de establecer colonias
Hoy no es tiempo de establecer colonias. De ciudad en ciudad la
obra debe hacerse en forma rápida. La luz que está debajo del almud
debe colocarse sobre un candelero, para que alumbre a todos los que
están en la casa.
Miles de personas de nuestras ciudades están en tinieblas, y Sa-
tanás se alegra por la demora, pues nuestro retraso le da oportunidad
de trabajar en estos campos con hombres de influencia para adelantar
sus planes. ¿Podemos depender ahora de nuestros hombres que están
en posiciones de responsabilidad para que hagan su parte en forma
humilde y noble? Que los atalayas despierten. Que nadie continúe
indiferente frente a la situación. Debe haber un completo despertar
entre los hermanos y hermanas de todas nuestras iglesias.
Por años se me ha presentado la obra en las ciudades, y se ha
exhortado a nuestro pueblo a actuar en ellas. Se han dado instruccio-
nes para abrir nuevos campos. A veces se han suscitado celos por el
temor de que alguien que deseara entrar a nuevos campos recibiera
recursos de la gente, que los temerosos suponían se necesitaban para
otra obra. Algunos en posiciones de responsabilidad han sentido
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que nada debió hacerse sin su conocimiento y aprobación personal.
De esta forma, en ciertas ocasiones se ha retrasado y obstaculizado
a obreros eficientes, como también se han hecho pesadas y lentas
las ruedas del carruaje del progreso para que no entrara a nuevos
campos.
En toda ciudad grande debiera existir una resistente fuerza de
obreros que trabaje con decisión para amonestar a la gente. Si esto
se hubiera propuesto y hecho en humildad y fe, Cristo habría salido
delante de los obreros y se habría revelado la salvación de Dios.
Que se organicen ahora en forma rápida grupos que salgan de
dos en dos y trabajen con el Espíritu de Cristo, siguiendo sus pla-
nes. Aunque algunos Judas puedan introducirse en las filas de los
obreros, el Señor cuidará de la obra. Sus ángeles irán por delante
y prepararán el camino. Antes de este tiempo, toda ciudad grande
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