Llamamientos de campos poco promisorios
La instrucción que el Señor me ha dado es que no se debe evi-
tar un campo de servicio porque tenga elementos objetables. Este
mundo fue endurecido y estropeado por la maldición, pero aun así
Cristo vino a él. Él, el Hijo del Dios altísimo, se hizo carne, y habitó
entre nosotros. Alegremente dejó su exaltada posición para tomar
su lugar a la cabeza de la raza caída; haciéndose pobre, para que
mediante su pobreza nosotros fuéramos enriquecidos.—
An Appeal
for the Medical Missionary College, 11, 12
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