Las relaciones con los demás
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reconciliación. ¿Es su trabajo hacerse de enemigos en el mundo?
No, no. Ellos se han de presentar como súbditos del reino de Cristo,
llevando el estandarte en el cual está inscrito, “Los mandamientos
de Dios y la fe de Jesús”. Ellos han de llevar la carga de una obra es-
pecial, un mensaje especial. Tenemos una responsabilidad personal
y ésta ha de ser revelada ante el universo celestial, ante los ángeles y
ante los hombres. Dios no nos llama a extender nuestra influencia
mezclándonos con la sociedad, ni ligándonos con los hombres en
asuntos políticos, sino manteniéndonos como partes individuales
de su cuerpo, con Cristo como nuestra cabeza. Cristo es nuestro
Príncipe, y como sus súbditos hemos de realizar la obra que nos
ha sido señalada por Dios.—
Fundamentals of Christian Education,
478
.
Los ministros de otras denominaciones
Los siervos de Dios han de acercarse a los ministros de otras
denominaciones
—Debería haberse hecho más trabajo en favor de
los que están en puestos altos. Aquellos que dan el último mensaje
de misericordia a un mundo caído no han de pasar por alto a los
ministros. Los siervos de Dios deben acercarse a ellos como quienes
tienen un profundo interés en su bienestar, y suplicar por ellos en
oración. Si ellos rehusan aceptar la invitación, díganselo al Maestro,
y entonces su deber ha sido cumplido.—
The Review and Herald, 8
de mayo de 1900
.
Ore por y con los ministros de otras denominaciones
—
Nuestros ministros deben procurar acercarse a los ministros de otras
denominaciones. Oren por estos hombres y con ellos, pues Cristo
intercede por ellos. Tienen una solemne responsabilidad. Como men-
sajeros de Cristo, debemos manifestar profundo y ferviente interés
en estos pastores del rebaño.—
Joyas de los Testimonios 2:386
.
Un ministro necesita tener valor moral para defender el sá-
bado
—Se requiere valor moral para adoptar una posición en favor
de la observancia de los mandamientos del Señor. Un opositor de la
verdad dijo cierta vez que únicamente las personas de mente débil,
necias e ignorantes se apartarían de las iglesias para observar el sép-
timo día como día de reposo. Pero un ministro que había aceptado la
verdad replicó: “Si usted piensa que sólo la gente de mente débil ha-