Página 152 - El Ministerio Pastoral (1995)

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Capítulo 23—El evangelismo público
Gane a la gente exaltando a Jesús y escondiendo el yo
—Los
que trabajan por Cristo han de ser hombres y mujeres de gran discre-
ción, de manera que los que no comprenden sus doctrinas se sientan
inducidos a respetarlos y considerarlos como personas desprovistas
de fanatismo, desprovistas de tosquedad e impetuosidad. Sus discur-
sos y conducta, así como su conversación, deben ser de tal naturaleza
que guíen a los hombres a la conclusión de que estos pastores son
hombres de pensamiento, de solidez de carácter, hombres que te-
men y aman a su Padre celestial. Deben ganarse la confianza de la
gente, de manera que los que escuchen la predicación, sepan que
los ministros no han venido con alguna fábula por arte compuesta,
sino que sus palabras son palabras de valor, un testimonio que exige
meditación y atención. Que la gente os vea exaltando a Jesús, y
ocultando el yo.—
El Evangelismo, 129
.
Gane la confianza de la gente antes de presentar los temas
del sábado y la inmortalidad
—Se me ha mostrado que nuestros
pastores pasan demasiado rápidamente a través de sus temas y pre-
sentan los rasgos que despiertan objeciones contra nuestra fe en
forma muy prematura en sus esfuerzos. Existen verdades que no
comportarán una cruz tan grande, a las cuales se les debe llamar la
atención día tras día, aun durante semanas, antes que se presenten el
sábado y la inmortalidad. Entonces ganaréis la confianza de la gente
como personas que tienen argumentos claros y fuertes, y vuestros
oyentes pensarán que entendéis las Escrituras. Luego que se obtenga
la confianza de la gente, habrá tiempo suficiente para introducir en
público el asunto del sábado y la inmortalidad.—
El Evangelismo,
182, 183
.
Las conferencias
El método de Cristo todavía atraerá multitudes
—Los que
quieran estudiar la manera de enseñar de Cristo y educarse a sí
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