Capítulo 25—La obra misionera especializada
En las ciudades
Se puede trabajar en las ciudades alquilando una casa y
reuniendo un grupo de ayudantes
—Los esposos Haskell han al-
quilado una casa en uno de los mejores barrios de la ciudad, y han
reunido en torno de ellos a una familia de colaboradores, los que
día a día salen a dar estudios bíblicos, a vender nuestras revistas
y a llevar a cabo obra médica misionera. Durante la hora de culto,
los obreros refieren sus experiencias. Los estudios bíblicos se dan
regularmente en el hogar, y así los jóvenes y las señoritas relacio-
nados con la misión reciben una instrucción práctica cabal en el
arte de dar estudios bíblicos y de vender nuestras publicaciones. El
Señor ha bendecido su trabajo, y como resultado una cantidad de
personas ha abrazado la verdad y muchas otras están profundamente
interesadas...—
El Evangelismo, 84
.
Obreros jóvenes deben asociarse con obreros de experiencia
al trabajar en la ciudad
—Muchos jóvenes que hayan tenido la de-
bida clase de educación, han de ser preparados para el servicio y
animados a elevar el estandarte de la verdad en nuevos lugares por
medio de una obra bien planeada y fiel. Asociándose con nuestros
misioneros y obreros experimentados en el trabajo que se realiza en
las ciudades, obtendrán la mejor clase de preparación. Actuando bajo
la divina dirección, y sostenidos por las oraciones de sus colaborado-
res más experimentados, podrán hacer una obra buena y bendecida.
Al unir sus esfuerzos con los de los obreros de más edad y usar sus
energías juveniles de la mejor forma, tendrán el compañerismo de
los ángeles celestiales; y como obreros juntamente con Dios, tienen
el privilegio de cantar, y orar, y creer, y trabajar con ánimo y libertad.
La confianza que les dará la presencia de los agentes celestiales
tanto a ellos como a sus colaboradores, los guiará a la oración, a
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la alabanza y a la sencillez de la verdadera fe.—
Servicio Cristiano
Eficaz, 42, 43
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