La obra misionera especializada
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Al trabajar en las ciudades se deben combinar escuelas de
entrenamiento y campañas evangelísticas
—Es más fácil llevar a
cabo una obra bien equilibrada en las ciudades cuando se da un
curso bíblico para preparar obreros mientras se celebran reuniones
públicas. Relacionados con este curso, escuela o misión urbana,
debe haber obreros de experiencia, de profunda comprensión es-
piritual, que puedan dar a los obreros bíblicos instrucción diaria,
y que puedan también unirse de todo corazón en el esfuerzo pú-
blico general. A medida que los hombres y mujeres se conviertan
a la verdad, los que dirigen la misión deben, con mucha oración,
mostrar a estos nuevos conversos cómo experimentar el poder de
la verdad en el corazón. Una misión tal, si es dirigida por quienes
sepan administrarla sabiamente, será una luz que resplandecerá en
lugar oscuro.—
Obreros Evangélicos, 377, 378
.
El trabajo en las ciudades debe incluir conferencias sobre
salud y restaurantes
—El Señor tiene un mensaje para nuestras ciu-
dades, y este mensaje hemos de proclamarlo en nuestros congresos
y en campañas de evangelismo público, y también por medio de
nuestras publicaciones. En adición a esto, han de establecerse res-
taurantes higiénicos en las ciudades, y por su medio el mensaje de
temperancia ha de proclamarse. Deben hacerse arreglos para realizar
reuniones en relación con nuestros restaurantes. Siempre que sea
posible, búsquese un salón a donde puedan invitarse los clientes para
tener conferencias sobre la ciencia de la salud y la temperancia cris-
tiana, donde éstos puedan recibir instrucción sobre la preparación de
alimentos sanos y sobre otros temas importantes. En estas reuniones
debe haber oración y canto, y pláticas, no solamente sobre temas de
salud y temperancia, sino también sobre otros temas bíblicos apro-
piados. A medida que se enseñe a la gente cómo preservar su salud
física, se hallarán muchas oportunidades para sembrar las semillas
del mensaje del reino.—
Consejos sobre el Régimen Alimenticio,
326, 327
.
En las prisiones
Los que están detrás de las paredes de una prisión necesitan
consuelo y ánimo
—¿Qué está escrito en tu diario este año? ¿Regis-
tra una experiencia obtenida al haber ministrado a los que sufren,