Página 158 - El Ministerio Pastoral (1995)

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El Ministerio Pastoral
a los pobres, o a los necesitados? Aquellos que sufren por amor a
Cristo, quienes no renuncian a la verdad por el error, quienes, quizás,
están encarcelados dentro de las paredes de una prisión necesitan
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consuelo y aliento. Esta es la clase de trabajo que está decidiendo
nuestro destino. Una preciosa recompensa espera a los que son fieles
en su ministerio. Tendrán un hogar en las mansiones que Cristo
ha ido a preparar para los que le aman y esperan su venida.—
The
Youth’s Instructor, 19 de agosto de 1897
.
Sería peligroso llevar al cielo a personas que dicen ser sier-
vos de Cristo, y que, sin embargo, no visitan a los que están en
las cárceles
—Pero la ley de Dios nos revela claramente el deber del
hombre hacia su prójimo. Todos los que descuidan a sus prójimos,
a los más pequeños a quienes Cristo llama sus hermanos, están re-
gistrados en los libros de los cielos como “pesados en balanza” y
“hallados faltos”. Al hacer caso omiso de su mandamiento especial,
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”; al pasar por alto al que
sufre, al necesitado, y al herido, han dejado de estar al lado de Cristo,
su Ejemplo, y se han alineado del lado del enemigo de Dios. Al
descuidar de vestir al desnudo, alimentar al hambriento, visitar a
los que están en la cárcel, muestran de qué espíritu son. No sería
prudente que tales personas entren al cielo; pues por su egoísmo y
dureza de corazón, por su falta de saber apreciar a sus hermanos
aquí, claramente revelan el hecho que en el reino de los cielos ellos
no podrían apreciar a Dios, ni a su Hijo, ni a los santos.—
The Home
Missionary, 1 de octubre de 1897
.
Elena White visitó una prisión y habló a los convictos
Durante mi estadía en el estado de Oregón, visité la cárcel de Salem,
y fuí invitada a predicarle a los convictos en la capilla de la prisión.—
The Signs of the Times, 25 de julio de 1878
.
Los minusválidos
Las iglesias traerán esperanza a los desesperanzados
—Hay
una labor que deben realizar nuestras iglesias de la que pocos tienen
idea. ... Debemos dar de nuestros medios para sostener obreros en
el campo de cosecha y regocijarnos al recoger las gavillas. Pero, si
bien es cierto que esto es bueno, hay una obra, hasta ahora intacta,
que debe ser realizada. La misión de Cristo fue sanar a los enfermos,