Página 201 - El Ministerio Pastoral (1995)

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Cómo planear y dirigir el servicio de adoración
197
y cantó al comienzo de nuestras reuniones.—
Historical Sketches of
the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 195
.
No por exhibirse
El talento musical a menudo fomenta el orgullo y la ambi-
ción de exhibirse
—Los espectáculos musicales, que conducidos
apropiadamente no hacen daño, son muchas veces una fuente de
mal. ... El talento musical muchas veces fomenta el orgullo y la
ambición por la exibición, y los cantantes dedican muy pocos pen-
samientos a la adoración a Dios.—
La Voz: Su Educación y Uso
Correcto, 469, 470
.
Tanto las ejecuciones musicales como las formas y ceremo-
nias pueden tomar el lugar de Dios en los cultos
—Cuando los
cristianos profesos alcanzan la norma elevada que es un privilegio
alcanzar, la sencillez de Cristo será mantenida en todos sus servicios
de culto. Las formas, las ceremonias y las realizaciones musicales
no constituyen la fortaleza de la iglesia. Sin embargo estas cosas
han tomado el lugar que Dios debiera tener, tal como aconteció en
el culto de los judíos.—
El Evangelismo, 373
.
[207]
La oración pública
La oración pública mueve el brazo de Dios
—La oración mue-
ve el brazo de la Omnipotencia. El que manda a las estrellas en su
orden en el firmamento, cuya palabra domina a todo el mar, el mismo
Creador infinito, obrará en favor de sus hijos si ellos le invocan con
fe. El refrenará las fuerzas de las tinieblas, hasta que se dé al mundo
la amonestación y todos los que quieran escucharla estén preparados
para [su venida].—
Joyas de los Testimonios 2:153
.
La oración pública debe incorporar los principios incluidos
en el Padre nuestro
—Jesús enseñó a sus discípulos que sólo la
oración elevada por labios sinceros, y que expresa los deseos reales
del alma, es genuina, y traerá las bendiciones celestiales al supli-
cante. El dio a sus discípulos una oración breve y a la vez amplia.
Esta oración, por su simple hermosura, no tiene paralelo. Es una
oración perfecta para la vida pública y privada; es digna y elevada,
sin embargo tan sencilla que un niño en las rodillas de su madre la