El casamiento
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santificar las relaciones de la vida humana.—
El Deseado de Todas
las Gentes, 118
.
La Sra. White participó en una boda en su propia casa
—
Más o menos a las once de la mañana el martes, nuestro amplio
comedor quedó preparado para la ceremonia de la boda. En ella
ofició el Hno. P., y todo fue muy bien. Se solicitó ... que la Hna.
White ofreciese la oración después de la ceremonia. El Señor me
dio una libertad especial. Mi corazón fue enternecido y subyugado
por el Espíritu de Dios. En esa ocasión no hubo bromas livianas
ni dichos insensatos. Todo lo relacionado con este casamiento fue
solemne y sagrado. Todo fue de carácter elevador e impresionó
profundamente.—
El Hogar Cristiano, 86
.
En las observaciones hechas en una boda, Elena White des-
tacó la importancia de unir sus personalidades
—En esta ocasión
puedo tomar de la mano a este hermano nuestro; ... y también la
de su esposa, e instamos a ambos a que prosigan unidos en la obra
de Dios. Quiero decirles: Haced de Dios vuestro consejero. Unid
vuestras personalidades.—
El Hogar Cristiano, 87
.
La ceremonia matrimonial es un servicio sagrado, no una
ocasión de hilaridad
—Siempre me ha parecido impropio que la
ceremonia del matrimonio vaya asociada con mucha hilaridad, alga-
zara y simulación. No debe ser así. Es un rito ordenado por Dios, que
debe considerarse con la mayor solemnidad. Cuando se establece
una relación familiar aquí en la tierra, debe ser una demostración
de lo que será la familia en el cielo. Se ha de dar siempre el primer
lugar a la gloria de Dios.—
El Hogar Cristiano, 86
.
Las bodas deben ser efectuadas sin hacer un despliegue de
extravagancia
—Las ceremonias matrimoniales se truecan en oca-
siones ostentosas, en las que hay prodigalidad y búsqueda de pla-
ceres. Pero si las partes contrayentes concuerdan en sus creencias
y prácticas religiosas, si todo se hace en forma consecuente y la
ceremonia se realiza sin ostentación ni despilfarro, la boda no des-
agradará a Dios.—
El Hogar Cristiano, 85, 86
.
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