Página 235 - El Ministerio Pastoral (1995)

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La incorporación de los nuevos miembros
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aun cuando hubieran tenido menos añadidos a la iglesia por sus
labores.—
The Review and Herald, 12 de diciembre de 1878
.
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Los nuevos conversos imitan al pastor
Cuando los ministros caminan con Dios sus conversos par-
ticipan de su espíritu
—Los conversos rara vez se elevan en espi-
ritualidad más allá que el nivel de sus maestros. Cuán importante
es, entonces, que estos maestros pongan habitualmente su confianza
en Dios, y busquen las manifestaciones de su poder divino sobre
sus labores; para que sean humildes, de mente espiritual, y estén
en comunión constante con el cielo. Entonces, aquellos que son
convertidos como resultado de su trabajo, participarán de su espíritu,
e imitarán sus cualidades.—
The Review and Herald, 8 de agosto de
1878
.
Los conversos pueden poner sus afectos más en su pastor
que en su Redentor
—El hecho de que se aplauda y se alabe a un
pastor no constituye una evidencia de que haya hablado bajo la
influencia del Espíritu. Ocurre con mucha frecuencia que personas
recién convertidas, a menos que se las prevenga contra ello, dirigen
sus afectos más hacia el pastor que hacia su Redentor. Sienten que
han recibido un gran beneficio a causa de los esfuerzos realizados
por el ministro. Imaginan que éste posee los dones y las gracias
más exaltados, y que nadie más podría desempeñarse tan bien como
él; por lo tanto atribuyen una importancia indebida al hombre y
a su trabajo. Esta creencia los predispone a idolatrar al hombre y
a depender de él más que de Dios; y al obrar de esta manera, no
agradan a Dios ni crecen en gracia. Causan un gran daño al pastor,
especialmente si éste es joven y si tiene condiciones para llegar a ser
un obrero evangélico prometedor.—
El Evangelismo, 243
.
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