276
El Ministerio Pastoral
mos todas nuestras facultades en todos los momentos, con el mejor
propósito. Podemos asociarnos juntos como lo hacemos hoy, y ha-
cerlo todo para gloria de Dios. Podemos y debemos dirigir nuestras
recreaciones de tal manera que nos dejen más idóneos para desem-
peñar con éxito los deberes que nos incumben, y para que nuestra
[285]
influencia sea más benéfica sobre aquellos con quienes tratamos.
Tal debiera ser especialmente el caso en una ocasión como ésta, que
debiera alegrarnos a todos. Podemos volver a nuestras casas con el
espíritu animado y el cuerpo refrigerado, preparados para reanudar el
trabajo con mejor esperanza y más valor.—
Joyas de los Testimonios
1:280
.
Los problemas
Algunas reuniones sociales son una desgracia para la igle-
sia
—Pero ha habido una clase de reuniones sociales en Battle Creek
de un carácter enteramente distinto, reuniones de placer que han sido
una vergüenza para nuestras instituciones y para la iglesia. Estimu-
lan el orgullo en el vestir, el orgullo de la apariencia, la complacencia
propia, la hilaridad, y la frivolidad. Satanás es recibido como hués-
ped honrado, y toma posesión de los que patrocinan estas reuniones.
Me fue presentada una vista de uno de estos grupos donde estaban
reunidas personas que profesan creer la verdad. Uno estaba sentado
frente al instrumento de música, y salían canciones que hacían llorar
a los ángeles que contemplaban la escena. Había alegría, risotadas;
abundancia de entusiasmo, y cierta clase de inspiración; pero la
alegría era del tipo que sólo Satanás es capaz de crear. Este es un
entusiasmo y una infatuación de los cuales se avergonzarán todos
los que aman a Dios. Prepara a los participantes para pensamientos
y acciones no santas. Tengo razones para pensar que algunos que
estaban participando en esa escena se arrepintieron sinceramente de
su vergonzosa actuación.—
Testimonios para los Ministros, 82
.
Los cristianos superficiales, siempre listos para los placeres
o el deporte, pueden guiar a los cristianos de la Biblia a imitar-
los
—Satanás ha estado multiplicando sus trampas en Battle Creek
y usa como señuelo a profesos cristianos que son superficiales en
su carácter y en su experiencia religiosa son usados como señuelo.
Esta clase de personas está siempre lista para las reuniones de placer