Página 303 - El Ministerio Pastoral (1995)

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La promoción
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pueblo no se está poniendo a la altura de los privilegios concedidos.
No en todas las iglesias se ve ni se siente la necesidad de usar las
habilidades personales para salvar almas. No comprenden su deber
de obtener suscripciones a nuestros periódicos, incluyendo nuestra
revista de salud, ni de presentar nuestros libros y folletos.—
MP, 409
.
Algunos sienten que no pueden gastar en las publicaciones
de la iglesia, pero si gastan en las publicaciones seculares
—Entre
los que profesan ser hermanos hay quienes no reciben [nuestras
revistas], ... pero les llega uno o más periódicos seculares. Sus
hijos se interesan intensamente en leer los cuentos de ficción y de
pasión que se encuentran en esos periódicos, cuyo costo su padre
puede pagar aunque asevera que no puede hacer frente al de nuestras
revistas y publicaciones que contienen la verdad presente.—
MP,
388
.
Todas las familias deben tener la Revista Adventista, aun
cuando la iglesia tenga que proveer las suscripciones a las más
pobres
—La
Revista Adventista y Señales de los Tiempos
son revistas
baratas. La Revista Adventista es una revista valiosa; contiene temas
de gran interés para la iglesia, por lo que debiera colocarse en todos
los hogares de los creyentes. Si hay algunos demasiado pobres para
comprarla, la iglesia debiera reunir el dinero necesario y suplirla a
las familias necesitadas.—
MP, 389
.
La recolección
La recolección sigue el ejemplo de Nehemías, quien solicitó
a los que no eran israelitas que podían dar
—Me han llegado
cartas preguntando lo que se aconseja con respecto al plan de la
Recolección anual. En respuesta, voy a mencionar a todos el ejemplo
de Nehemías. Cuando estaba por viajar a Jerusalén con la esperanza
de restaurar las murallas de la azotada ciudad de sus padres, le dijo
francamente al Rey Artajerjes el trabajo que esperaba realizar, y
le solicitó su ayuda para asegurar el éxito de la empresa. Obtuvo
una carta para el guardabosques del rey en las montañas del Líbano,
instruyéndolo a suplir toda la madera necesaria para las murallas de
Jerusalén, y los edificios que iban a ser construidos. Y los medios que
le faltaban, los solicitó a quienes los podían donar.—
East Míchigan
Banner, 9 de septiembre de 1909
.
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