Página 306 - El Ministerio Pastoral (1995)

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El Ministerio Pastoral
los intereses espirituales del pueblo. Ellos deben enseñar a otros lo
que deben hacer. Deben enseñar a la gente cómo acercarse al Señor
y cómo conducir a otros a él.—
Consejos sobre la Obra de la Escuela
Sabática, 207, 208
.
La importancia del estudio bíblico en grupos pequeños
Los grupos pequeños que se reúnen para estudiar la Biblia
reciben musculatura espiritual
—Reúnanse pequeños grupos para
estudiar las Escrituras. No perderán nada y ganarán mucho. Los
ángeles del cielo asistirán a sus reuniones y al alimentarse con el pan
de vida recibirán fortaleza espiritual. Se estarán alimentando, por
así decirlo, con las hojas del árbol de la vida. Sólo así mantendrán
su integridad.—
Cada Día con Dios, 11
.
Los maestros de la Escuela Sabática
Aquellos que están satisfechos con una rutina árida errarán
su blanco como maestros de la escuela sabática
—Aquellos que
se contentan sencillamente con seguir una determinada rutina árida
y con dar vueltas, errarán el blanco, no logrando hacer la obra que un
maestro de escuela sabática debería hacer; pero si los que se ocupan
en este importante ramo de la causa de Dios son cristianos en el
sentido pleno de la palabra, si hacen en el temor de Dios la obra que
él les ha dado, trabajando con amor por las almas por quienes Cristo
murió, serán colaboradores con Dios.—
Consejos sobre la Obra de
la Escuela Sabática, 116
.
Los maestros de escuela sabática deben continuar creciendo
aún cuando su ministro no crezca
—Que el maestro de la escuela
sabática no imite el ejemplo de los que no creen en el conocimiento
de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, ni aún cuando aquellos que
ministran en el púlpito sagrado les hayan dado tal ejemplo. El que
quiere ser aceptado como colaborador de Dios no debe estar imitando
el tono, las maneras o ideas de otro hombre. Tiene que aprender de
Dios, y estar dotado de sabiduría celestial. Dios ha dado el don de
la razón y la inteligencia tanto a un obrero como a otro; y según
vuestra capacidad habéis de entregar los talentos a los “banqueros”.
El Señor no quiere que ningún obrero sea la mera sombra de otro a
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