Página 315 - El Ministerio Pastoral (1995)

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Capítulo 52—Jesús como el pastor modelo
Nota de los compiladores: Jesús nunca dirigió una congregación
de iglesia tal como lo hacemos hoy. Sin embargo, como los pastores
de hoy, él predicó, enseñó y ministró tanto a los grupos grandes como
a individuos. Es de ayuda para los pastores de las iglesias pequeñas
notar que lo más parecido a dirigir o ministrar una congregación
específica fue su ministerio continuo al pequeño grupo de doce.
Debe ser de ánimo a los pastores que a veces sienten su fracaso,
reconocer que aún Jesús no pudo detener la apostasía de uno de
esos doce. En las citas de Elena G. De White a continuación, vale
la pena notar cuan a menudo se le llama a Jesús el Príncipe de los
pastores, y ministra a sus subpastores. El es el ministro modelo
.
Cristo, el Príncipe de los pastores, provee el modelo perfecto
para sus subpastores
—Cristo es el Príncipe de los pastores. El ha
confiado el cuidado de su rebaño a sus subpastores. Requiere de
estos pastores que tengan el mismo interés que él ha manifestado
siempre por sus ovejas, y que sientan siempre la responsabilidad de
la carga que les ha confiado. Los ministros que han sido llamados
por Dios para laborar en palabra y en doctrina, son los pastores
de Cristo. Los ha nombrado bajo su dirección para que vigilen y
atiendan a su rebaño. Les ha ordenado solemnemente que sean
pastores fieles, que alimenten el rebaño con diligencia, que sigan
su ejemplo, que fortalezcan al débil, que nutran al desmayado, y
los protejan de las bestias voraces. Les señala su ejemplo de amor
hacia sus ovejas. Para asegurar su rescate, él dio su vida por ellas. Si
ellos imitan su ejemplo de abnegación, el rebaño prosperará bajo su
cuidado.—
Spiritual Gifts 1:123
.
Ni un ministro entre veinte conoce la esencia real del minis-
terio de Cristo
—El conocimiento divino puede llegar a ser cono-
cimiento humano. Cada ministro debería estudiar cuidadosamente
la forma en que Cristo enseñaba. Debe comprender sus lecciones.
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No hay uno en veinte que conozca la belleza y la esencia real del
ministerio de Cristo. Han de descubrirlo. Entonces llegarán a ser
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