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El Ministerio Pastoral
participantes del rico fruto de sus enseñanzas. Las entretejerán tan
plenamente en su propia vida y práctica que las ideas y los principios
que Cristo presentó en sus lecciones aparecerán en su enseñanza. La
verdad florecerá y llevará los frutos más nobles. Y el propio corazón
del obrero se encenderá; sí, arderá con la vivificante vida espiritual
que infunden en las mentes de otros. Entonces todo el sermoneo
tedioso llegará a su fin, pues con frecuencia es una exhibición del
yo, en vez del fruto que lleva el maestro que ha estado sentado a los
pies de Jesús y que ha aprendido de él.—
Manuscript Releases 6:72
.
Cada rasgo de la vida del gran Ejemplo debe ser estudiado
cuidadosamente
—Mientras más se asocie el ministro de Cristo
con su Maestro, a través de la contemplación de su vida y carácter,
más se asemejará a él, y estará mejor calificado para enseñar su
verdad. Cada rasgo de la vida del gran Ejemplo deberá ser estudiado
cuidadosamente, y se deberá sostener conversación íntima con él
por medio de la oración de una fe viva. Así será transformado el
carácter humano defectuoso a la imagen de su glorioso carácter.
Así el maestro de la verdad estará preparado para guiar almas a
Cristo.—
The Spirit of Prophecy 3:244
.
La vida devocional
La oración fue el centro del ministerio de Cristo
—Cristo es
nuestro ejemplo. Su vida fue una vida de oración. Sí, Cristo, el
Hijo de Dios, igual al Padre, completamente suficiente en sí mismo,
la fuente de todas las bendiciones, cuya voz podía reprender toda
enfermedad, calmar la tempestad, y llamar a los muertos a la vida,
oró con fuerte clamor y muchas lágrimas. A menudo pasaba noches
enteras en oración. Mientras las ciudades estaban calladas por el
sueño, los ángeles escuchaban los ruegos del Redentor. Contemplad
al Salvador postrado en oración, su alma atormentada por la angustia.
No ora por sí mismo, sino por quienes vino a salvar. En las montañas
de Galilea y en el monte de los Olivos el Amado de Dios oró por los
pecadores. Entonces salió a ministrarles con su lengua encendida
de nuevo con el fuego viviente.—
The Signs of the Times, 5 de
septiembre de 1900
.
Jesús reabastecía su alma a través de la oración antes de
salir a ministrar
—Para los creyentes judíos de Jerusalén en el