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El Ministerio Pastoral
se han entregado completamente a la obra de Dios, como se les
requiere que hagan. Muchos sienten que la suerte del ministro es
difícil porque tienen que estar separados de sus familias. Ellos se
olvidan de que antes era mucho más difícil que ahora. En una época
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habían sólo unos pocos amigos de la causa. Se olvidan de aquellos
a quienes Dios les impuso la carga de la obra en el pasado. Eran
sólo unos pocos entonces quienes recibieron la verdad como resul-
tado de mucho trabajo. Los siervos escogidos de Dios lloraron y
oraron para tener un claro entendimiento de la verdad, y sufrieron
privaciones y mucho sacrificio para poderla llevar a otros. Paso a
paso ellos siguieron mientras la providencia de Dios abría el camino.
Ellos no buscaron su propia conveniencia o se acobardaron ante las
dificultades. Por medio de estos hombres, Dios preparó el camino e
hizo clara la verdad para que cada mente honesta la pudiera com-
prender. Todo ha sido facilitado para el ministro que desde entonces
ha abrazado la verdad, sin embargo, algunos han fallado en tomar
la carga del trabajo. Buscan una mejor suerte, un puesto con menos
sacrificios. Esta tierra no es el lugar de descanso para el cristiano,
mucho menos para el ministro escogido de Dios. Se olvidan que
Cristo dejó sus riquezas y su gloria en el cielo, y vino a la tierra a
morir, y que él nos ha ordenado amarnos los unos a los otros como
él nos amó. Se olvidan de aquellos que no fueron dignos de este
mundo, que rondaban en pieles de ovejas y cabras, y fueron afligidos
y atormentados.—
Testimonies for the Church 1:370, 371
.
Dejen que los ministros que sienten que están sufriendo pe-
nurias, visiten el taller del apóstol Pablo
—Aunque quebrantado
de salud, él trabajaba durante el día sirviendo en la causa de Dios, y
luego trabajaba asiduamente una buena parte de la noche, y frecuen-
temente toda la noche, para hacer provisión para sus necesidades y
las de otros.—
Testimonies for the Church 4:410
.
Las pruebas preparan a los predicadores para el éxito como
pastores
—Moisés fue dirigido por Dios para obtener una experien-
cia en prodigar cuidado, en ser considerado, en tener una tierna
solicitud hacia el rebaño, de tal manera que pudiese, como un fiel
pastor, estar listo para cuando Dios lo llamara a hacerse cargo de
su pueblo. Una experiencia semejante es esencial para quienes se
enlistan en la gran obra de la predicación de la verdad. Para poder
llevar a las almas a la fuente de vida, el predicador mismo debe