Página 148 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

Basic HTML Version

144
El Ministerio de Publicaciones
significado porque se me presentaron en figuras y símbolos. Este
asunto, que me fue presentado antes de la muerte de mi esposo, me
[171]
mantuvo muy confundida. Después de eso se me ha revelado que se
harían esfuerzos para vincular la casa editora de Oakland con la casa
editora de Battle Creek, con el fin de que la institución de Battle
Creek ejerciera el control. No comprendí plenamente estas adverten-
cias, porque muchas veces se me había dado el mensaje de que estas
dos instituciones no debían combatirse mutuamente, ni manifestar
nada que se pareciera a celos o envidia, sino que debían mantenerse
como instituciones hermanas, cada una haciendo la obra que se les
había señalado como organismos de Dios... Cada institución fue
establecida por Dios para hacer la obra que le corresponde.
Antes de la muerte de mi esposo, este asunto referente a la casa
editora de Battle Creek y la casa editora de Oakland, se me presentó
bajo el símbolo de la vid, y desde entonces se me ha presentado con
el mismo símbolo. El Señor me ha mostrado que ambas instituciones
deben mantenerse tan separadas como dos ramas que, aunque dis-
tintas, arrancan de la misma cepa. No deben unirse para formar una
sola, sino que deben mantenerse diferentes; y sin embargo cada una
debe derivar su nutrimento de la misma fuente.—
Carta 64, 1896
.
La Pacific Press debe mantener su independencia en Dios
Dios quiere que la Casa Editora Pacific Press se mantenga libre y
transparente, sin trabas impuestas por ningún poder. Dios desea que
cada una de sus instituciones se eleve por encima de la atmósfera
helada en la que se encontraría la institución humana si quedara
librada a sí misma. Con el deseo de vivir y respirar, debe hacerlo en
la atmósfera santa, pura y vivificante del cielo, porque en caso con-
trario los sentimientos, planes y resoluciones obstruirán y sofocarán
nuestros movimientos de progreso hacia el cielo.—
Carta 35a, 1895
.
Dios me ha presentado lo que yo os he comunicado, que la Pacific
Press debe retener su propia individualidad, confiando en Dios, haga
su obra en Dios como su institución; el agente humano trabajando
con Dios, con espíritu contrito, manso y humilde de corazón, listo
[172]
para ser enseñado por Dios, pero no sujeto a ningún poder terrenal
que proponga planes y medios que no están de acuerdo con las
instrucciones dadas por Dios. Manteneos en guardia, y no vendáis
vuestra libertad religiosa a ninguna institución y a ningún hombre,